Las Termas de San Joaquín se encuentran en el sereno paisaje desértico del norte de México, un oasis escondido en el estado de Coahuila, que ofrece una escapada tranquila cerca de la ciudad de Monterrey. Conocido por sus aguas termales naturales y su encanto histórico, este destino proporciona rejuvenecimiento y relajación. Las aguas termales subterráneas alojadas en cámaras de piedra arqueadas reflejan los techos abovedados, reminiscentes de los antiguos baños romanos, donde huéspedes pueden disfrutar de los beneficios terapéuticos de las aguas termales naturales ricas en minerales, incluyendo mejor circulación sanguínea, sanación para una variedad de condiciones de la piel y alivio de articulaciones y músculos. Además, la inmersión en estas aguas curativas puede ayudar a aliviar el estrés y promover un estado de calma y bienestar. Estas piscinas geotérmicas van de los 36° a los 44° Celsius y suelen contener diversos minerales como azufre, calcio, magnesio, potasio, hierro y fósforo.
Las Termas de San Joaquín ofrecen dos opciones distintas para bañarse en las aguas termales: una única piscina grande abierta al público con una temperatura de 42-44° Celsius. Como alternativa, el hotel de Termas de San Joaquín ofrece una casa de baños independiente con una estética similar, donde las piscinas varian entre los 36-44° Celsius.
Por Sara Jones
Editora