La naturaleza ha provisto a la humanidad con una materia médica muy poderosa: los aceites esenciales. En Europa, la aromaterapia es considerada la terapia reina del siglo XXI. Algunas de las sanaciones llevadas a cabo con aceites esenciales a través de mis años de práctica y experiencias con mis pacientes las puedo llamar casi milagrosas, si no existiera la base científica de cómo funcionan los aceites esenciales.
Los aceites esenciales tienen la capacidad de entrar y salir del cuerpo con gran eficiencia, sin dejar residuos tóxicos. Las formas más efectivas para usarlos son a través de inhalación al vapor de agua y de masaje mezclandolos con aceites grasos vehiculares. Se pueden usar en compresas húmedas calientes, baños de asiento, baños de pies y baños normales; en difusores y muchos más.
Por siglos se ha practicado la agricultura biodinámica en nuestro planeta y los seres humanos hemos usado plantas y sus savias para curación. Al respetar los ciclos de cultivo, del sol, tierra, agua y otros detalles vitales, se produce un aceite esencial orgánico de alta calidad y que tiene la capacidad de sanar. La aromaterapia no es nueva, ha funcionado por miles de años, no solamente luchando contra los gérmenes, sino aportando soluciones para la mente, el estado de ánimo y emocional. Los aceites esenciales no solamente tienen el potencial de sanar el cuerpo físico y sus malestares, sino también para ayudar la psique y afectar positivamente las emociones humanas, de manera natural.
Por Doris Magdalena Stallforth
Primavera Life
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