Una de las tecnologías de vanguardia que más beneficios otorga a nuestro cuerpo es la terapia de luz roja e infrarroja, que tiene efectos poderosos en nuestra salud física y emocional.
Frecuentemente, escuchamos las palabras de nuestras abuelas; “los aires fríos enferman el cuerpo”, por ejemplo. Últimamente, investigaciones científicas han corroborado que uno de los elementos más importantes de la salud es mantener una temperatura corporal estable en 36.5 – 37.5 grados centígrados. Al bajar la temperatura por una vida sedentaria y con el pasar de los años, empieza un proceso de letargo celular que inhibe la producción de energía. Al usar luz infrarroja, nuestras células aumentan en temperatura y contrarrestan esa ‘frialdad’ del cuerpo, lo cual ayudará a acelerar el metabolismo, afectando directamente la causa raíz de muchos problemas de salud: la producción de energía y ATP (adenosín trifosfato) en las mitocondrias de la célula.
La luz roja de 660nm ayuda a mejorar la salud de la piel, incrementar la producción de colágeno y combatir el envejecimiento. La luz infrarroja de 880nm no se ve a simple vista, pero tiene una habilidad especial de penetrar en los tejidos profundos del cuerpo, órganos y articulaciones, haciéndola ideal para mejorar la función muscular, desinflamar el cuerpo y calmar el dolor articular. Además, mejora la producción de hormonas, reflejándose en un aumento de la libido y la energía sexual.
Por Víctor Arguelles Mora
Director, Holos888
www.holos888.com